Rivadavia Básquet vapuleó en condición de visitante a Petrolero Argentino de Neuquén por 78 a 52 y aún sueña con alcanzar uno de los cuatro primeros lugares de la Conferencia Sur. El debutante Cameron Coleman fue la figura con 20 puntos.
En una noche atípica, ya que el local no jugaba en su cancha
por estar en remodelaciones y el encuentro se disputó a puertas cerradas por
una sanción que recibió el club (un simpatizante de Petrolero hirió a un
árbitro con un botellazo), Rivadavia fue mucho más desde el primer cuarto.
Goleo repartido, defensa férrea y mayor fluidez en ataque, eran las
características de un equipo que quería meter su primer triunfo en esta gira de
tres encuentros (9-14).
Parecía un monólogo mendocino. Rivadavia se floreaba, más
aún con el debut del estadounidense Cameron Coleman. El oriundo de California,
en nueve minutos en cancha, ya había anotado 11 puntos, siendo el destacado
hasta el momento. Petro dependía demasiado de los intentos individuales de
Carreras, pero el Naranja estaba muy firme en defensa (24-34).
En el complemento se vio lo mejor de Rivadavia y lo peor de
Petro. Los de Minelli no solamente estaban muy concentrados en el juego, sino
que los neuquinos sentían cada golpe como un puñal y cometían muchos errores a
la hora de mover la bola. Goleo repartido nuevamente y con varios libres
convertidos, los esteños aseguraban el triunfo (32-58).
Petrolero Argentino metió un parcial de 7-0 en el inicio del
último período, pero ya la historia estaba liquidada. Los Naranjas volvieron a
defender fuerte después de un relax y concluyeron una actuación inolvidable en
la ciudad de Plottier Provincia de Neuquén.
En el mismo estadio (Socios Fundadores), Rivadavia visita a
Centro Español el próximo domingo, lo que será prácticamente una final
anticipada por la lucha del cuarto puesto.
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